La actividad física regular es un factor importante para mejorar la calidad de vida y la prevención de algunos males crónicos. Además, está probado el beneficio directo en el curso de algunas enfermedades. De hecho, el ejercicio es una parte ineludible para tratar algunas enfermedades. Considerar el ejercicio como medicina es cada vez más habitual.
A la hora de entender el ejercicio como medicina, es fundamental establecer con claridad los beneficios que se persiguen.
Ejercicio como medicina en la diabetes tipo 2
La relación entre el ejercicio y el desarrollo de la diabetes tipo 2 está perfectamente documentado. Algunas investigaciones han llegado a la conclusión de que la práctica de una actividad física de forma sistemática, llega a reducir a la mitad el riesgo de padecer la diabetes tipo 2.
Si se camina durante más de 30 minutos al día, se puede prevenir aproximadamente el 30% de los casos de obesidad. Con esta misma cantidad de ejercicio físico, se reducirían el 43% de los casos nuevos de diabetes tipo 2.
Ejercicio como medicina en las enfermedades cardiovasculares
Muchos estudios han llegado a la conclusión de que realizar un ejercicio moderado, permite reducir en más de la tercera parte la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Este ejercicio debería ser de al menos 30 minutos casi todos los días de la semana,
Si el ejercicio incluye algunas rutinas más intensas, la reducción de la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular alcanza un 68%.
La práctica habitual de un ejercicio moderado es también un factor importante para reducir la hipertensión arterial.
Ejercicio como medicina en el cáncer de colon y de mama
La aparición de nuevos casos de cáncer de mama, se puede reducir de forma significativa si se lleva un estilo de vida más activo. La reducción de la probabilidad, que se ha observado en estudios con una población considerable, llega hasta un 20-40%.
Algo similar sucede con el cáncer de colon. Una revisión de un gran número de estudios llegó a una conclusión parecida. Las personas que incorporan la actividad física en sus rutinas diarias, tienen una posibilidad un 30% más baja de desarrollar la enfermedad.
A mayor intensidad en el ejercicio físico, la reducción de la posibilidad de contraer la enfermedad es mayor.
¿Cuál es el ejercicio físico recomendado?
Para utilizar el ejercicio como medicina, hay que comenzar con caminar a mayor intensidad.
Se recomienda realizar un ejercicio aeróbico moderado de unos 30 minutos, cinco días a la semana. Es equivalente a efectuar un ejercicio más intenso de 20 minutos, tres días a la semana.
Estos ejercicios más intensos serían correr, nadar, montar en bicicleta o máquinas de movimiento.
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